Mujeres que adoramos al Dios del universo, hecho hombre en Jesús de Nazaret cercano a nosotros en forma de pan. Un pan vivo que se muestra en la Custodia.
Una Asociación con Estatutos propios.
Ser “adoradora” es lo más hondo, lo más grande a que un ser humano, y por lo tanto una mujer puede
aspirar. La adoración -se ha escrito- es una actitud religiosa del hombre frente al Dios grande y santo;
la que mejor expresa su dependencia total. La adoración se mueve siempre en un contexto de amor. Sólo adora quien ama. Adorar es “entregarse”, es salir de uno mismo en un éxodo radical para
ponerse a disposición del Otro con
mayúscula, de Dios. Palabras sinónimas de la adoración podrían ser la donación, la entrega, el vivir para Dios [...]
P. Ernesto Postigo Pérez S.J.
En Madrid, a 31 de julio de 2022